el virus "Rojo"

  María Guardiola, presidenta de Extremadura por gracia y aritmética de Vox, ha dejado muy clara cuál es su escala de prioridades: 82.000 euros para la protección y defensa contra incendios y 489.000 euros para la tauromaquia . Sí, lo has leído bien: casi seis veces más dinero para mantener vivo un espectáculo de sangre que para proteger nuestros bosques, nuestras casas y, en última instancia, nuestras vidas. En una región como Extremadura, que cada verano vive bajo la amenaza real de los incendios forestales, la inversión en prevención y medios contra el fuego no es un lujo, sino una cuestión de supervivencia. Pero la derecha extremeña ha decidido que la fiesta nacional merece más que los pinares, las dehesas y las familias que ven cómo las llamas se acercan a sus pueblos. El mensaje es tan claro como insultante: la tauromaquia antes que la vida . Se recorta en servicios esenciales, se infrafinancia la lucha contra los incendios, pero se engorda el presupuesto para que la plaza ...

  Si alguna vez te has preguntado cómo ve la realidad cierta parte de la derecha, basta con repasar algunas de sus “certezas”: Primero, las vacunas. Según algunos, no son un simple avance de la medicina, sino la puerta de entrada a un futuro distópico donde te implantan un microchip invisible. Es curioso cómo los mismos que dudan de los científicos confían ciegamente en teorías dignas de Hollywood de serie B. Luego tenemos el calentamiento global, que no es más que un complot para fastidiar a las empresas, según estas voces críticas. Nada de evidencia científica: el planeta no se calienta, solo quieren que paguemos impuestos por molestar a los pollos de Wall Street. En cuanto a inmigración, la versión extrema asegura que cada recién llegado recibe 2.000 euros al mes sin trabajar, mientras los locales sobreviven a duras penas. Una narrativa que mezcla envidia, miedo y una matemática muy creativa. Sobre género y justicia, la derecha parece convencida de que muchas denuncias de mujere...

  En la España actual, la política parece haberse convertido en un teatro donde las reglas cambian según quién sea el protagonista. Un ejemplo reciente ilustra perfectamente esta doble vara de medir: cuando Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, llama “hijo de fruta” a Pedro Sánchez en plena sede de la soberanía nacional , no solo no se habla de sanciones, sino que se convierte en mercancía política. Frases impresas en camisetas, titulares complacientes y una maquinaria mediática que lo presenta como un ejercicio de “libertad de expresión” frente a un supuesto gobierno censor. Sin embargo, cuando Óscar Puente, ministro de Transportes, llama “sinvergüenza” a Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, la reacción es radicalmente distinta: se invoca la ley, se habla de “delito de odio” y se pone en marcha el aparato judicial. Este contraste no es casual ni anecdótico. Forma parte de una estrategia política clara del Partido Popular (y de sus altavoce...

  En la Comunidad de Madrid, el incendio de Tres Cantos sigue activo, poniendo en riesgo a vecinos, viviendas y un entorno natural ya castigado por la especulación urbanística. Los bomberos trabajan a contrarreloj, voluntarios y cuerpos de emergencia se dejan la piel… y, mientras tanto, ¿dónde está Isabel Díaz Ayuso? No en el centro de coordinación, no con los equipos de emergencia, no atendiendo a las familias afectadas. La presidenta ha optado por otro tipo de “supervisión”: acompañar a su pareja, Alberto González Amador, a revisar sus inversiones en Boca Ratón, Florida. Prioridades, que lo llaman. El contraste es obsceno: mientras las llamas avanzan y la ciudadanía vive con angustia, ella vive con champán y dólares. Y todo esto mientras se nos repite hasta la saciedad que “Madrid está en las mejores manos”. Pues ya lo vemos: manos que no se manchan, salvo que sea con crema solar y cócteles. Y en medio de este despropósito, desde la derecha mediática intentan distraer con titu...

En 2015, el Gobierno del Partido Popular tomó una decisión que, a día de hoy, sigue pasando factura a la red ferroviaria española: la compra de los trenes Talgo Avril. La oferta presentada por la empresa fue llamativamente baja, un precio que sonaba más a ganga electoral que a planificación estratégica. El problema: estos trenes no tenían experiencia previa en la red española de alta velocidad y su fiabilidad era, como mínimo, una incógnita. Los hechos hablan por sí solos. Desde su incorporación, los Talgo Avril han protagonizado cientos de incidencias , afectando a miles de pasajeros y comprometiendo la imagen internacional de nuestra infraestructura ferroviaria. Averías, retrasos y cancelaciones se han convertido en una rutina indeseada. No se trató de un accidente fortuito, sino de una decisión política de manual : priorizar el ahorro inmediato y el titular fácil sobre el análisis técnico y la sostenibilidad a largo plazo. Lo barato, como tantas veces, ha salido caro. Ahora, con Ósc...

  Últimamente estamos viendo un ataque creciente por parte de la derecha más reaccionaria contra las fiestas musulmanas. Alegan que estas celebraciones implican el degollamiento de corderos en la vía pública como parte de su rito religioso, y usan esto como excusa para pedir que se prohíban. Pero lo cierto es que esto es falso : en España está prohibido sacrificar animales en la vía pública , independientemente del rito o la religión. Esta afirmación de los fachas no es más que un bulo para generar rechazo y dividir a la sociedad. Lo más ridículo de esta campaña es que quienes claman por vetar estas tradiciones musulmanas, al mismo tiempo defienden con uñas y dientes la tauromaquia, una práctica brutal donde se tortura y mata a un toro por puro entretenimiento y negocio. No solo es legal, sino que está protegida por un supuesto “patrimonio cultural” que la derecha se empeña en preservar, a pesar de su carácter violento y cruel. Esta contradicción revela una profunda hipocresía y ...

  En los últimos días, el Ayuntamiento de Jumilla (Murcia), gobernado por el tándem PP-VOX, ha decidido prohibir los actos religiosos islámicos en espacios públicos . Una decisión que, más allá de su forma legal, ataca frontalmente los valores democráticos, la libertad religiosa y la convivencia en diversidad que debería defender cualquier institución pública en un Estado de Derecho. Desde una visión progresista y de izquierdas, esta medida no es sino otro ejemplo del proyecto ideológico que la ultraderecha viene implantando en aquellos lugares donde gobierna, con el apoyo cómplice del Partido Popular: una cruzada reaccionaria que, bajo la excusa de defender la "identidad" o la "neutralidad", busca excluir, señalar y marginar a comunidades concretas, especialmente a personas musulmanas. ¿Neutralidad o islamofobia? El argumento oficial esgrimido por el consistorio se basa en la "neutralidad del espacio público", pero la realidad es que no existe esa mi...